Mi definición al respecto es:
1.- Se trata de un problema inventado, no es propio de la realidad. Por tanto alguien lo ha creado a propósito.
2.- Es un problema imposible de vencer, por su definición original.
3.- Es un problema irrenunciable. Uno se somete a esta prueba en forma obligatoria
Un cuarto punto podría ser que cumple un fin docente, es decir pretende dejar una enseñanza "moral", una marca indeleble en psique de quién rinde este exámen.
Creo que en nuestros tiempos es cada vez más frecuente que enfrentemos este tipo de situaciones. ¿Y cuál es la solución?
El primero en resolver este tipo de problemas fue el famoso Capitán J. T. Kirk. (lo sería tal vez en un futuro paralelo, como el de la ciencia ficción, pero no por esto pierde "valor"). ¿Y cómo lo hizo? Fue algo "simple", reprogramó la prueba. Esto requirió de inteligencia, valentía y algo de indisciplina, claro por una buena causa y motivado por su espíritu de guerra que no acepta una derrota o si quiera pensar en un problema sin solución.
¿Si enfrentamos un problema de este tipo, podemos solucionarlo del mismo modo? Yo creo que sí. Es necesario "reprogramarlo", es decir, volver a plantearlo, desordenar y volver a ordenar sus variables de tal modo de lograr una nueva solución, que rompa con el paradigma del problema. ¿Facil? Probablemente no. ¿Funcionará? Seguro que sí.
J. T. Sibarel, PMP
