sábado, junio 01, 2013

El Juego de la Vida

La vida se puede observar como si fuera un juego, ahí esta Lilah o el Tarot. Que representan mejor mi abstracción general.
También la podemos ver como una partida de ajedréz o go. Que representan algunas particularidades de la vida competitiva concretas.
Lo interesante de esta última afirmación es la comparación con la ontología del lenguaje aplicada.  Los seres humanos expresan afirmaciones y declaraciones.  Estos son los dos tipos de jugadas, movimientos simples u hostiles y ataques fancos que hacemos al parlar.
Lo más raro es que comencé este post con una idea y luego del análisis terminé parado en la vereda de enfrente. Veamos...
Con respecto a las afirmaciones podemos hacer oidos sordos aun cuando sean hostiles, simplemente muestran que tenemos en frente a jugador inexperto o que directamente no sabe jugar para gestionar su territorio, en este caso que no sabe comunicarse en forma efectiva y solo lo puede hacer de manera ofensiva, qué hacemos con él? Lo eliminamos de una jugada y listo, o lo dejamos como al moscardón que revolotea no más? En verdad, no importa por muy irritante que pueda ser.
Es como se ve en partidas de go al que constantemente coloca piedras contiguas a las nuestras buscando una pelea inútil, descuidando su estrategia territorial. Es un jugador de bajo nivel como suele ocurrir al principio. Simplemente es una pérdida de tiempo si no aprende y al final nadie querrá jugar con él. Es decir, nadie querrá comunicarse con él y sus posibilidades de desarrollo en la vida disminuirán, su mala estrategia territorial-comunicacional lo llevarán al fracaso.
Distinto es el que sabe hacer declaraciones, estos movimientos si representan amenazas inminentes sobre el territorio y obligan a replantearnos nuestra propia estraregia, puede ser un juego realmente hostil, pero resulta interesante, creativo y al final muy bien valorado, pues ambos jugadores han debido esforzarse al máximo en la partida.
En conclusión no estoy para perder el tiempo con los tontorrones que solo se la pasan afirmando bobadas irritantes pero que no representan ninguna amenaza real, simplemente no existen. Juguemos en serio, y los resultados serán extraordinarios, en esta vida por supuesto; no desperdiciemos este tablero.

El Sibarel, ontológicamente un gamer lingüístico

PS: Luego de lo dicho pareciera que la vida tuviera su principal sentido en la lucha franca por el desarrolo personal en relación a los demás y eso no era lo que buscaba.  Veo claramente mi dilema Budista-Zen Iluminado y el profesional aplicado. En verdad hay batallas y batallas (pero más no batallas), es curioso pero hace rato que perdí el interés por competir con otros, mi batalla es un juego solitario, son problemas de go, del tipo vida-muerte, donde aprendo más de mi mismo. En partidas ordinarias también pero me aburro, pues no es mi fin competir con otros y ganarles, ya que al final no gano nada en verdad. Claro, el asunto es que la vida es mucho más compleja que su abstracción como juego, y existe una modalidad cooperativa mucho más interesante, que comienza por el conócete a ti mismo, y para esto casi todo vale.