By Sibarel
Un título apocalíptico, escalofriante, antivacunas y propio
de un terraplanense, pero no, nada de eso.
Es una reflexión más, basada en la experiencia y la
observación personal de los millennials y centennials, pues las empresas la
tienen bien difícil con estas nuevas generaciones, y saben de lo que hablo.
Bueno hay un punto muy interesante aquí cuando las empresas
preguntan, ¿Usted resiste trabajar bajo presión? Los de la generación X
solíamos responder que sí a este cazabobos. En efecto, los hijos del rigor no
podríamos dar otra respuesta que no fuera un sí, pero la pregunta estaba mal
hecha, pues la pregunta real debía ser, ¿Usted quiere trabajar bajo presión
toda la vida de forma permanente? Esta claro que nadie en su sano juicio
respondería que sí a esta pregunta por el sueldo de la primera.
El punto es que hoy los millennials y sobre todo los centennials
no están “interesados” (dispuestos) a trabajar bajo presión, porque valoran el
bienestar personal, algo obvio y que todos debimos proteger siempre.
Es inaceptable que una empresa pretenda que sus trabajadores
trabajen bajo presión como algo normal. Claro, lo que se busca es que el
trabajador pueda resistir un momento de estrés, que no estalle ante una
situación compleja, y que sea capaz de solucionar el problema, pero cuando el
trabajo se vuelve el problema, entonces la solución es simple cambiar de
trabajo.
Hay empleos que son puro problema, pura presión y eso es porque
están mal diseñados y mal preparados. Ningún trabajo empresarial debiera ser un
ambiente hostil para sus trabajadores.
Está claro que hay trabajos de naturaleza estresante, pero
siendo así, entonces la pregunta de trabajar bajo presión se vuelve absolutamente
legítima y necesaria, debiendo estar acompañada de un “seguro médico” o el
medio de apoyo o capacitación tal que haga más llevadera la situación y no un
simple bono por rendimiento (que también debe ser considerado obviamente).
Las empresas que cuidan a sus trabajadores, no podrán contar
con trabajadores en el futuro, y no lo digo yo, es como viven los jóvenes
actuales.
Sibarel, ¿los jóvenes son más blandos o realmente son más
humanos?