lunes, septiembre 20, 2010

Fin del Amor, Inicio de Proyecto

Helen Fisher, antropóloga, probó que Magritte tenía razón, no es por la vista que nos "viene" el amor, es por las hormonas y tampoco las feromonas.  Es nuestra personalidad la que nos "determina" para una u otra pareja.  El estudio sobre 8 millones de personas no puede estar tan errado.
Existen los "exploradores", dominado por la dopamina que los vuelve más expresivos, curiosos, creativos, optimistas, espontáneos, energéticos y muy buenos para las montañas rusa, salto en paracaidas o desde un puente.  Se "buscan" entre sí.
También están los "constructivos", guiados por la serotonina, son tradicionalistas, siguen las reglas, son más religiosos, no les gustan las montañas rusas y esas cosas, y obvio, también se emparejan entre ellos.
Luego vienen los "directores", pura testosterona, son lógicos, analíticos y se derriten por los "negociadores", que son intuitivos, muy gregarios y expresivos.
Así que somos lo que es nuestra química interna, y las mezclas de estas categorías también ocurren, ¿que pasa entonces si no tenemos la química correcta?  Es el fin del amor, y se debe resolver el problema igual que un proyecto.  Es decir, se deben adoptar, generar, los roles que faltan.
Meredith Belbín, estudio los grupos de proyecto exitosos frenten a los otros y concluyó que se necesitan 9 roles, hoy conocidos como roles de Belbín.
Para el matrimonio no hacen falta 9 roles, por lo que nos dice Fisher, se necesitan al menos 2 roles de complementarios como los indicados, así que si tienen la mezcla de sabores incorrecta, recombinense para volver a ser la pareja apasionada de la "primera vez".

El Sibarel, Love Project Manager