1. Creo en Dios, inexplicable e inintelegible, inmanente, el Gran Arquitecto de este Universo.
2. Creo en mi mismo, se que existo, soy un observador, arquitecto de mi destino, a imagen y semejanza del Creador.
3. Creo en mi destino el de mis dones, mi libre albedrío determinado por el trabajo realizado con mi mente y los accidentes que lo cambian todo en forma incidental y cuya única solución es optar por la resilencia.
Esto lo es todo para mi. Al final, espero alcanzar, la Paz, la Alegría y el Amor eternos. Y hoy espero encontrarme un paso más cerca.
El Sibarel, fascinado con lo inesperado, lo increible de este mundo.
PS: los accidentes lo cambian todo, adios plan A, pero el alfabeto tiene más letras, y ya sea el destino o el libre albedrío habrá que ir por otra letra, de las que quedan.
