viernes, julio 26, 2013

Metro vs el wailón de la mochila

Hoy en mi terapia de reconocimiento genital diaria en el metro observé cómo una joven oriental que traía senda mochila en la espalda al abrirse las puertas se sacó la mochila y entró con ella en la mano.
Esta escena de cultura oriental milenaria me hizo recordar al wailón de la mochila del lunes.
Un pastel de metro ochenta, con parka negra, de jeans, portaba grosera mochila negra en la espalda. Y cual elefante en una vidriería tenía jodidos a todos.
Dos mujeres, para variar, lo encararon, la primera de noventa, sesenta, noveta, como pude notar :-), le dijo que sacara la mochila porque se tenía que bajar. El wailón, con orejas llenas de cerumen, no se dio por enterado y la chica bajó furiosa. Luego la señora lo increpó porque la golpeó con la joroba artificial, le dijo que dejara la mochila en el suelo para no molestar a la gente.
El wailón contestó: no porque se ensucia. Una mochila negra se ensucia en el metro! Ella, la leididi criolla, la princesa vestida de novia.
Wailón, a ti te hablo, no seas gil, no seas tan perejil.  Se que es una idea difícil de procesar, pero repitela varias veces al día y verás que tarde o temprano lo lograrás: RESPETAR A LOS DEMÁS ES BUENO, y las mochilas negras se pueden lavar también.
El Sibarel, aprendiendo a querer a los wailones, tb tienen derecho a usar el metro, no?
Dark Sibarel, ya poh wailón madura!