El otro día ví esta charla de TED y me iluminó:
Gavin Pretor-Pinney: Nublado con posibilidad de alegría.
En el verano solía recostarme por las tardes en la silla de playa, después del almuerzo, y contemplar desde allí las nubes hasta dormirme, escuchando el agua correr y el trinar de los pájaros.
En verdad contemplar las nubes legitima el no hacer nada. Viva el ocio, es saludable, más ocio menos psquiatras (lo siento).
Contemplar nubes es GRATIS, alcanza para todos!!!
Este verano voy a colgar una hamaca y perfeccionaré la técnica... bikinis y cerveza :-) mejor.
El Sibarel, obvio, en las nubes
