Hace tiempo ya que las fake news y la posverdad han fastidiado las redes sociales.
Recuerdo la época en el colegio, en que nos instaban a leer El Mercurio, para descubrir faltas ortográficas (lo que era casi imposible de encontrar, no como hoy) y estar al día con las noticias (hechos que eran tomados como ciertos), hasta que se hizo evidente y se popularizó que "El Mercurio Miente". Eso fue el acabose, pero al menos ya sabíamos qué se podía esperar...
Pero la situación actual era inimaginable para mí, hoy por hoy hay que dudar de todo y de todos.
Cuando uno reenvía, por cualquier medio, una de estas mentrias, no faltan los lapidarios abusivos que critican sin piedad y no precisamente al mentirosillo original, que es sin duda el ser despreciable en esta historia, sino al inocente e incauto pisador del palito (si no saben lo que significa, por favor no se ofendan).
Yo no voy a perder mi tiempo investigando el hilo de cada noticia, eso que lo hagan los periodistas, yo prefiero hacer el amor que es mucho más productivo.
Estos mentirosillos son un cáncer, debemos buscar los medios para frenarlos y ojalá extirparlos, porque no es verdad que la "libertad de expresión" deba respetar a los mal intencionados y anarcos mentirosos, no eso no es verdad, merecen todo nuestro repudio.
Hoy ya casi no comparto noticias, ¿para qué hacerlo? Y eso es muy triste, los anarcos van ganando, nos dejan incomunicados, desconectados, yo no sé qué opinan los demás, ni estos lo que yo pienso de todo, así que no sabemos si querernos u odiarnos, simplemente nos ignoramos y ya, y de esta forma nos perdemos de mucho más.
Así que... ¡no les dejemos ganar!, con todo nuestro repudio hacia ellos, sigamos compartiendo, no perdamos la oportunidad de expresarnos y conocer como pensamos, y que los anarcos se jodan, eso es bueno.
