martes, septiembre 03, 2019

El feminismo es bueno, pero se les pasa la mano.

El artículo "Por qué todo lo que te rodea está diseñado para un hombre de 1.76 y 77 kilos" es interesante y muestra la desmesura del movimiento.

Primero es de toda justicia reconocer que el movimiento feminista tiene puntos muy positivos, gracias a los cuales lentamente (es lamentable que sea tan lento) se van reduciendo las brechas entre hombres y mujeres, para hacer de este mundo un lugar más justo para ambos, como por ejemplo, que deben ganar lo mismo para cargos iguales, y así muchos otros temas.

Pero el artículo del link cae en la desmesura.  Puede ser que el patrón o molde para analizar ciertos comportamientos mecánicos y dinámicos sea un "un hombre de 1.76 y 77 kilos", ya, claro puede ser ese el molde, faltaría agrear nos más que sea caucásico, pero eso no invalida toda la investigación y desarrollo de pruebas de seguridad, porque ¿qué proponen entonces? ¿Usar 1 millón de dummies diferentes, dónde la mitad sean femenimos para entonces conlcuir qué?  ¿Se quedaríán más contentas si reemplazamos ese maniquí masculino caucásico por uno femenino oriental de 1.67 y 60 u 80 kilos?

En serio, aquí no hay un punto que valga, además si quieren igualdad de las pruebas, entonces tendríamos que tener un maniquí andrógino, masculino y femenino a la vez, pintado como zebra y que sea medio obeso y medio anoréxico.... O claro, un set de distintos tipos, 10 para no exagerar tanto y hacer todas las pruebas, ¿para concluir que al final el resultado es casi el mismo que con el maniquí inicial porque prima la "media"?

Tal vez si hay un punto aquí, y tiene que ver con la estadística de mayor muerte de mujeres que de hombres, eso es algo objetivo, y lo único que requiere es que alguien, vamos chicas anímense, pueden hacerlo ustedes si ven que a los hombres no les interesa, estudié el motivo de esto y si se trata de una falla de diseño proponer la solución y asunto arreglado.

¿Qué es lo que implica todo este reclamo? ¿Qué los hombres en forma consciente estamos planificando matar mujeres en choques de autos sin darles la protección que merecen? (¿a la suegra tal vez, a la esposa?, pero ni a la madre ni a la hija, ¿pero como sabría el accidente cuál es cuál?) ¿En serio? ¿O es que estamos en una actitud negacionista tal que ante la evidencia nos negamos a realizar los cambios o ajustes necesario? ¿O será más simple, que nadie, ni hombres ni mujeres, había logrado entender que algo estaba mal y ahora es el momento de arreglarlo? Si es esto entonces, vamos a por la solución y ya.

Creo que muchos hombres estamos muy de acuerdo en cambiar las cosas, mejorar y corregir, para hacer un mundo más justo.  Ya vemos que la igualdad es mentira, el propio artículo muestra que las mujeres reclaman porque los maniquís masculinos no tienen las masas y centros de gravedad correctos para la anatomía femenina, y es es cierto, en mil cosas somos muy diferentes, pero no por eso las oportunidades deben ser diferentes, el respeto o los ingresos.  Pero si las feministas insisten en satanizar a los hombres, eso les restará fuerza, como en este caso.

Hay mujeres y hombres, que estamos cansados de esta satanización, del discurso del patriarcado que aplican de chincol a jote. No es así. Juntos podemos lograr mucho más que si declaramos la genera de los sexos, que sólo puede terminar en el exterminio de la raza, pues el sexo entre mujeres es tan infértil como el sexo entre hombres, dejando de lado los avances de la ciencia por supuesto.

No somos iguales, somos complementarios, eso debemos tenerlo claro, pues es lo que les faltó a los muñecos de 1.76 y 77 kilos, ¿no? Reconocer que no somos iguales es precisamente el trasfondo de este reclamo feministas que lo único que supuestamente persiguen es la "igualdad", ¿a lo menos contradictorio?

Muchos estamos dispuestos a poyar lo que es justo, al feminismo justo, pero por favor, sean mesuradas, ya hay muchos intelectuales (mujeres y hombres) que lo están advirtiendo por todos los medios, y eso es una clara señal chicas de que deben mejorar su enfoque altamente confrontacional y por qué no decirlo, machista.