martes, febrero 15, 2022

Contra el Metaverso de Zuckerberg

By Sibarel

 

Si las empresas u otras instituciones deciden utilizar/crear su propio metaverso para su beneficio propio, me parece estupendo y un desarrollo importante de implementar incluso a nivel académico.

Pero, por el contrario, estoy en contra de un metaverso monopólico, controlado por los mismos instintos depredadores de Facebook e Instagram, que ya hemos visto lo perniciosos que son (fake news, sesgo de confirmación, fomento y aprovechamiento de adicciones/productos, comportamiento tiránico nivel god, etc.).

¿A caso no aprendimos nada de Second Life y de Ready Player One? La primera versión del Metaverso sin duda fue Second Life con muchos pros y contras, y la película mencionada es una clara advertencia del peligro social que representa la inmersión en esta fantástica alucinación descontrolada o perversamente controlada que es aún peor en este metaverso zukerbergiano.

Las empresas o instituciones, podrán realizar un aprovechamiento extraordinario de la realidad virtual, si eso quieren, pero el problema de fondo es lo que atenta contra nuestra humanidad, en un mundo que ya es una ilusión, muchas filosofías antiguas lo han advertido en el camino de la búsqueda de la Verdad, y que ahora pretende llevar esta ilusión natural a un nivel extremo de irrealidad artificial, dónde todos libros y películas de ciencia ficción que han explorado estas instancias nos han revelado lo perniciosas que pueden ser. ¿Lo vamos a permitir así nada más, como llevamos permitiendo todo lo demás? El Siglo XXI, en vez de ser el siglo de la Esperanza, parece ser el siglo del pandemonio, dónde todo vale, donde todos pueden hacer lo que les da la gana, todos tienen derecho a todo. ¿En serio Elon Musk puede matar animales con sus experimentos de chips cerebrales?

Valores, valores, valores, necesitamos fortalecer nuestros valores, y eso sólo se puede conseguir por la interacción directa (no por una pantalla) entre seres humanos, con los apretones de manos, con los abrazos, con las lágrimas (no se pueden aceptar lo jefes que no dejan ir al baño o que no dejan llorar a quién así necesita liberar sus emociones)… No somos máquinas, no somos robots, hasta cuándo.

Las empresas que ven a sus “activos” humanos como robots, bien podrían seguir el mismo camino pernicioso de Zuckerberg, total al final igual van a reemplazar a sus empleados por robots. Pero las empresas conscientes, y hay muchas, sabrán que no deben olvidar que trabajan con humanos, y que, en vez de tratar de deshumanizarlos, deben hacer todo el esfuerzo posible para que mejor desarrollen su condición y talentos humanos.

No estoy en contra de la tecnología, no podría siendo ingeniero, pero sí estoy a favor del humanismo y combatir todo aquello que lo ponga en riesgo.

Mientras más perdemos el contacto humano, real, con los otros, menos nos importan los otros, más los cosificamos y más nos servimos de ellos como “recursos”.

Este siglo será quizás la batalla final, entre la realidad y la ilusión, entre lo humano y lo perverso, en algún punto todos deberemos escoger de qué lado estamos, y yo ya tomé esa decisión.

 

Sibarel, un buen vino bajo las estrellas frente a un fuego y las risas de los amigos…