Cualquier duda al respecto se puede disipar leyendo la información que presentan los sitios web de las Grandes Logias del Mundo.
Por otra parte, desde "siempre" han existido celebraciones masónicas donde se invita a familiares y amigos, constituyendo esto otro espacio de acercamiento y esclarecimiento de la verdad.
Y finalmente existe una instancia, poco feliz, pero inevitable, donde cruzamos los caminos masonicos con el resto de la sociedad, en el ritual fúnebre, cuando muere un Hermano.
Y he aquí el motivo y título de este post.
Pareciera que falta algo, que hay una contradicción entre las intenciones indicadas en el primer párrafo, cuando en la praxis del ritual funebre excluimos a todos los demás.
Es cierto que el ritual no es "secreto", se realiza a la visita de todos, incluso sus parlamentos son bastante públicos, pero hay un gesto en particular que es muy excluyente y que familiares directos del Hermano fallecido, reclaman. Los Hermanos nos tomamos de las manos para rendir tributo a quien se encuentra en su último viaje iniciático, pero nadie más.
Tal vez sea el momento de reflexionar sobre esto y permitir que en ese instante, los familiares y amigos presentes unan también sus manos a las nuestras, en ese homenaje final, pues sería un gran gesto de acercamiento, que estoy seguro daría mucha paz y conformidad a todos los presentes, confirmando así algo que ya sabemos, TODOS SOMOS HERMANOS.
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Sibarel, la Francmasonería es Universal o no es Francmasonería...