Existe un grupo especial y muy humillado de virtudes menos preciadas por la sociedad que son las virtudes negativas, y en esta ocasión veremos dos ejemplos.
Las virtudes por lo general son virtudes mientras se tratan
con moderación, es decir el exceso de una virtud o su escases, son igualmente
malos, por ejemplo, ser poco prudente (imprudente) o exageradamente prudente, cualquiera
de estas conductas puede llevar a un desenlace negativo.
Pero con las virtudes negativas, lo que aplica es el concepto
de lo bueno, poco. Es decir, son buenas en una pequeña medida, y fuera de eso
son abiertamente malas.
Hoy en día está muy de moda sancionar fuerte y gravemente la
procrastinación, ¿pero es realmente tan mala o hay ocasiones dónde es lo más
recomendable? De lo bueno poco, eso dijimos, y como virtud negativa resulta que
no es malo dilatar en ocasiones una decisión, una pelea, una batalla, etc.. Es
diferente a la paciencia, es dejar para mañana lo que podría hacer hoy, porque
hoy capaz que la líe parda.
Otra de la vilipendiadas virtudes negativas es el fanatismo,
vamos que por ello se han cometido grandes crímenes y atrocidades en todo el
mundo. ¿Pero y que tal una pizca de fanatismo? Así surgen algunos movimientos
ecológicos, ¿no? Ser fanático de la limpieza puede llegar a se muy molesto para
los demás, pero un poco fanático probablemente haga más confortable el hogar,
etc.
Así que no todo es negro y blanco, o tan negro ni tan
blanco, es más bien como un mosaico…
Sibarel, No le tengáis miedo a las virtudes negativas, que como todas
las virtudes, si se practican con moderación, no tendría por qué resultar mal…