miércoles, febrero 01, 2023

La Sociedad del Cansancio

En su libro “La Sociedad del Cansancio”, Byung-Chul Han nos dice que “el exceso de positividad está conduciendo a una sociedad del cansancio”, básicamente porque “el eslogan ‘Yes We Can’ produce individuos agotados, fracasados y depresivos”. Más poéticamente el libro señala que “el exceso del aumento de rendimiento provoca el infarto del alma”.

¿Todo esto es verdad para los chilenos? Sin duda es muy cierto en Oriente, particularmente Corea del Sur, pero también en Alemania y todos los países desarrollados de esas regiones, o la mayoría al menos. Es cosa de ver como les va con el tema de los suicidios o las migraciones a otros países… por lo tanto, existen otros países, que parecen abundar al menos en Latinoamérica, dónde aún no hemos llegado a la sociedad del cansancio, porque realmente no somos sociedades de rendimiento, porque al parecer aún tenemos más presente el modelo de sujetos de obediencia que sujetos de rendimiento.

Pero vamos por partes, como decía el viejo Jack. Muy probablemente, para el grupo socioeconómico denominado C1[1] (12,3% de la población según el AIMCHILE) esta pueda ser una realidad, es decir, técnicos y profesionales emergentes que han sido captados por empresas transnacionales o al menos altamente competitivas que les instan, sino obligan, a ser sujetos de rendimiento, a trabajar según la experiencia de las metodologías de mejoras continuas y las mejores prácticas, etc. Pero para la inmensa mayoría que no participa de este grupo “privilegiado” (permítanme un poco de  ironía), el ser sujetos de rendimiento es un concepto que no existe en sus vidas, ¿mejora continua, para qué?

Por tanto, es este grupo “privilegiado” en Chile que es sujeto para la sociedad del cansancio, ellos son por ende los sujetos de rendimiento. ¿Qué arriesgan? Pues lo arriesgan todo, pueden volverse adicto a drogas como la cocaína para ser más productivos, pueden divorciarse por ser trabajólicos y no conocer a sus cónyuges sin mencionar que son unos extraños para sus hijos que frente al colegio parecen más bien huérfanos. Pero son super exitosos, buenas casas, buenos autos y buenas amantes (usen el género de su preferencia), claro, por un tiempo, hasta que el Cansancio de Han se los come con zapatos.

¿Alguna recomendación para esta “enfermedad”? Me gustó eso de la “contemplación” y la “meditación Zen”, porque practico algo de aquello, pero me pregunto si eso le servirá a todo el mundo y por todo el mundo incluyo a todos más allá del grupo “C1”… La vilipendiada Pirámide de Maslow me hace suponer que no, probablemente por razones completamente distintas entre un grupo y otro. Los ambiciosos solo contemplan los billetes verdes, mientras que los "pobres” que no tienen para pan menos para tortas…

Sibarel, en mi conclusión, el tema de la Sociedad del Cansancio es de suyo muy interesante, pero pienso que todo su constructo no satisface plenamente la realidad e idiosincrasia chilena aún… pero tal vez sea un escenario que nos esté esperando a la vuelta de la esquina dado que al menos ya nos metió la punta del pie…

 



[1] Claramente se requiere un estudio en profundidad para saber si se trata sólo del grupo C1, o si se puede incluir a otros grupos como C2, etc. Pero en cualquier caso está claro que hablamos de menos del 50% de la población.