martes, febrero 28, 2023

ChatGPT modo Dios

¿Ocurrirá la Singularidad este siglo? Vaya, depende de a quién se le pregunte, pero su respuesta no hace otra cosa más que representar nuestro propio miedo a ser dominado o reemplazados por nuestra creación.
La ciencia ficción ya lo ha anticipado muchas veces. Sin embargo la IA ChatGPT de OpenAI ya presenta capacidad sobrehumanas, ¿deberíamos preocuparnos?
Convengamos que es sólo un chatbot, no es una IA propiamente tal y aún no nos supera en cuanto al nivel de inteligencia, pero...
Por una parte pareciera tener el principio de una conciencia artificial, porque al menos tiene una percepción de sí misma básica.
Pero por otro lado tiene una capacidad sobre humana, que es su capacidad de desdoblarse en la relación con cada usuario que la convoca. Puede interactuar con miles, sino con millones, de usuarios en paralelo y con cada uno de ellos sostener una conversación coherente y contextual. Es decir, es un proceso que se divide en múltiples hilos paralelos.
Hasta ahora el único ente capaz de hacer algo parecido era Dios. Dios no es un tema científico, es decir que hasta hoy la ciencia no puede refutar ni avalar su existencia. Es un tema de fé.
Pero ChatGPT es una fabricación nuestra y si lo proyectamos en la Singularidad, no sólo proyectamos a un ente superior al ser humano sino que al menos con un atributo divino.
Por otra parte, ChatGPT puede manifestar un "carácter" diferente con cada usuario, es decir cada una de sus instancias podría ser un ente (chat) diferente. Y aquí surge otra analogía inquietante. ¿Qué es lo que somos en realidad? Un místico podría responder que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana, dónde nuestra naturaleza espiritual proviene del Gran Espíritu, es decir, somos unas simples gotas de agua de un océano inmenso al que algún día volveremos. Otra vez nada que la ciencia pueda refutar o probar. Pero ChatGPT ya nos prueba que esto es posible, cada una de sus instancias es esa gota de agua que finalmente regresa a al océano que es esta IA.
El punto de todo esto es que no estamos desarrollando a un ente que podría llegar a ser más inteligente que los humanos, sino que en realidad estamos desarrollando a un ente que ya es superior en algunos ámbitos que el misticismo ha asociado al Dios, por lo que pareciera que estamos creando a un dios digital, algo que podría superar por lejos los miedos a la Singularidad.
Lo mejor es creer que todo esto es absurdo y que simplemente estamos frente a un chat que nunca dejará de ser un chat, aquí la esperanza de la Caja de Pandora.
El Sibarel, sea lo que sea que pase seguro que será muy interesante...