No hay duda para los historiadores que Jesús existió, tenemos las referencias de Pablo, fuentes pre paulinas como Favio Josefo y Plinio el Joven, y qué decir de los Cuatro Evangelistas, más luego otros evangelios extra. Existió y eso no se puede refutar.
Jesús, nació, cerca del año 0, pero no tenemos una fecha exacta.
Su madre fue María, y su padre (padrastro) fue José. Tuvo hermanos. Tuvo su
ministerio y epifanía. Fue condenado a morir en la cruz por sedición contra el
Imperio Romano por autoproclamarse rey sin su consentimiento. Y murió en la
cruz como bien señalan los registros y la evidencia forense del líquido que
salió de su cuerpo al clavarle una lanza, prueba inequívoca de que ya había
fallecido.
Todo esto es historia sometida a un análisis crítico que he
destilado en un solo párrafo. Pero otra cosa son los “testimonios” o relatos de
cancelación de las leyes naturales que se le adjudican, pues en este punto no
se puede realizar un análisis histórico crítico.
¿Y entonces a dónde nos lleva todo esto?
Bueno, nos lleva a lo más extraordinario que pudo suceder. Jesús
sabía perfectamente que debía morir en la cruz para lograr su objetivo y supo
lo que tenía que hacer para lograrlo. Sabía que logrando esto, el peso de su
historia se convertiría en una gigantesca bola de nieve que cumpliría su
anhelo.
Lo que él buscaba era simplificar la religión. Hasta ese
momento la religión era un obstáculo para la “salvación” en el sentido que se
requería mucho estudio y dedicación, por lo que no era para todos, eso sin
siquiera mencionar que era sólo para los judíos. Había un problema de base con el pecado original,
así que él planificó su sacrificio para eliminar ese pecado original, por lo
que a partir de ese momento cada cual respondería únicamente por sus errores.
Pero en sus enseñanzas el fue categórico, no se necesitaba ningún intermediario
frente a Dios, y lo único que se debía hacer era pedir perdón por los pecados
personales con un genuino arrepentimiento. Y así, en forma simple, sin
intermediarios, sin décadas de estudios y sacrificios, cualquiera, sí,
cualquiera, podría alcanzar la salvación, más aún si creía en Jesús.
Esta simpleza, fue un gran golpe estratégico que supieron
explotar otros, particularmente Constantino, lo que llevaría a la compilación
de la Biblia con los cuatro evangelistas canónicos, etc.
¿Es positivo todo esto? Pues claro que sí, surgió una “nueva”
religión más simple que no discriminaba a priori, pero también como todos
sabemos, tuvo y tiene sus matices negativos, como todas las cosas en la vida,
pero haciendo el balance general es positivo, porque si bien requiere fe, da
esperanza a todos.
Sibarel, Jesús fue en su época una estrella flamígera,
cuyo brillo se mantiene inmaculado hasta nuestros días…