viernes, julio 07, 2023

Dios Existe

Por sorprendente que les parezca a algunos, efectivamente Dios existe, o el Ser Supremo si les parece mejor nombre, y no tiene nada ver que con el Dios de Baruch Spinoza.

Vamos por partes. Casi por definición de lo que es Dios, podemos concluir que es incognoscible para nosotros, no le podemos definir, no podemos conocer su naturaleza ni esencia, es infinito, es eterno, en conclusión, podemos afirmar que está fuera de nuestro espacio-tiempo. Ni si quiera podemos asegurar que está vivo, pues es completamente diferente a todo lo que conocemos. Ya la Kabbalah nos prepara para este problema cuando nos enseña que incluso las piedras están vivas, o el Kybalión cuando nos dice que todo es mente.

Visto así, es fácil entender por qué llevamos milenios sin llegar a un punto de acuerdo entre todos los creyentes, los agnósticos y los ateos, pues el método científico no sirve para nada en este caso, ¿o sí?

Veamos entonces algunas verdades que nos dice la Ciencia. Primero, el Universo es autocontenido, ¿qué quiere decir esto? Pues que no tiene bordes o fronteras, es decir, no existe nada que pueda estar fuera del Universo. Y la única forma para que esto sea posible es que debe existir al menos una cuarta dimensión física. Tomando este postulado como verdad, entonces es obvio que nuestra naturaleza está limitada y no la podemos percibir, por lo que han de existir infinitos planos de existencia que desconocemos.

Lo siguiente que podemos observar, es que la Ciencia no resuelve el problema de la Creación con el Big Bang, sino que plantea una recursividad infinita. Es decir, hubo una fluctuación de vacío que por motivos desconocidos inició un proceso súper inflacionario y dio origen a este universo autocontenido, pero… Esto requiere una energía colosal, ¿dónde estaba esa energía, de dónde proviene? Lo que vemos aquí nos permite reafirmar que han de existir más dimensiones que las que conocemos y que es a través de esos planos existenciales es que se produjo un trasvasije energético que permitió crear la materia de nuestro universo. Es que no hay otra opción, si la energía ni se crea ni se destruye.

Así que definitivamente debemos aceptar la existencia de una dimensión que es desconocida para nosotros, dónde existe al menos una energía “infinita”, pero si hay energía allí entonces es muy probable que también haya materia, tal vez no bariónica como la nuestra, pero “materia” al fin.

Ah, y entonces, ahora podemos volver al inicio de este artículo. Decíamos que Dios no es de este Universo, y acabamos de descubrir que existen otros planos existenciales fuera de nuestro Universo. Por lo tanto, esto hace que sean completamente plausible todas esas ideas que nos señalan que Dios está fuera de nuestro Universo y que su naturaleza es completamente diferente a la nuestra, con atributos como infinito y eterno.

Por otra parte, ideas como que todo es mente o que Dios creó el Universo meditando, nos vienen guiando desde hace milenios, y efectivamente podríamos estar viendo una especie de holograma o viviendo dentro de una “Matrix” divina, de ese Ser Supremo, que es la causa primera de todo, ya que la Ciencia aún no puede explicar la causa primera del Big Bang sin caer en nuevos laberintos infinitos.

Pero queda algo más, la inmortalidad del alma. Ya es muy contundente toda la evidencia de experiencias cercanas a la muerte y reencarnaciones como para seguir negando la inmortalidad del alma y su viaje a otros planos existenciales. Esto ya lo podemos resolver fácilmente con esta cuarta dimensión o las que sean adicionales, pues es evidencia que la naturaleza de nuestra alma no es tridimensional, sino que existe además en esas otras dimensiones, lo que en definitiva le permite acceder a los demás planos existenciales y operar de la forma en que opera. La existencia del alma, más todos los otros antecedentes, forman un conjunto de pruebas irrefutables sobre la existencia de Dios aunque sigamos sin entender su naturaleza e intenciones, que han de ser buenas porque de otra forma ya lo tendríamos bastante claro.

Sibarel, acceder a Dios es tan fácil como imposible… pero nuestro destino es la reunificación con Él.