jueves, septiembre 21, 2006

Por Qué No Soy Ateo


Esta discusión nace de un artículo perdido en Internet.

El Ateo

Se entiende por tal aquel que no cree en ningún tipo de dios o entidad sobrenatural, ni del bien ni del mal – así era la opinión del autor original -. Y a continuación cita: "No tengo evidencia para probar que Dios no existe, pero lo sospecho tanto que no quiero perder mi tiempo" - Isaac Asimov. Con toda la admiración científica y fantástica que siento por Asimov, no puedo estar al margen de tal afirmación, y no puedo menos que decir que una “sospecha” no es un argumento ni más inteligente ni más potente que el de la “fe”, y como tal devuelve al ateismo a la otra cara de la moneda, pero no resuelve el dilema.
En otra parte el texto original indica que: “uno no tiene que hacer nada para ser ateo, y de hecho no tiene por qué justificar su ateísmo, porque es la visión por defecto. Si nadie nos enseñó sobre Dios, nunca creeremos en Él.” Seguramente un antropólogo puede hacer comentarios más contundentes sobre cómo las primeras civilizaciones desarrollaron su concepción de divinidad, y cómo pasamos de la cultura de la Gran Diosa, al Dios Triuno. En todos estos casos lo más usual es la “revelación divina”, es decir el momento crucial en que Dios decide contactar al hombre para hacerlo “conciente de Su existencia”. Por tanto ¿cómo nos podemos explicar la creencia en Dios si el estado por defecto es el ateísmo… tendremos que creer entonces en la revelaciones divinas? No me parece entonces que el argumento fructifique por esta línea.

El Argumento de lo Inmanente

En otro párrafo el autor señala: Si hubiera un Dios, Él probablemente sería una entidad muy compleja y tengo la fuerte sensación de que no seríamos capaces de entenderlo si Lo encontrásemos…” Bueno, con este argumento se pretende desacreditar a todas las instituciones que tratan sobre Dios, porque simplemente no lo pueden conocer Si las cosas fueran así no más entonces deberíamos flagelar también a la comunidad científica que sólo trata con modelos de la realidad, simulándola bajo ciertas condiciones pero que aún no han logrado la completitud del conocimiento, es decir, aún no ven la “verdad” y sólo tratan con sus sombras borrosas.
Los agujeros negros, por ejemplo, eran imposibles de imaginar tan sólo un siglo atrás, hoy son parte fundamental del modelo de las galaxias, pero no son fáciles de ver… tampoco es simple tratar con la materia o la energía oscura, más bien se deducen por diferencias y por dar estabilidad a los modelos, ¿entonces es ciencia o fe? Ah sí, la ecuaciones hacen toda la diferencia… es una pena que el amor no tenga un teorema y sólo muchas canciones; las personas comunes no son capcaces de hacer demostraciones matemáticas complejas, pero no por lo inaccesbile que les paresca lo pueden negar: no todos entienden las matemáticas y no todos entienden a Dios, tal vez nadie lo haga en realidad, ¿será suficiente para negar que existe o será que aún nos falta tiempo?

El Argumento del Diseño

En este punto el autor señala: “Hay varias propuestas sumamente complicadas que permiten un Universo con una entropía máxima al momento del Big Bang, pero que utilizan mecanismos físicos plausibles para lograr que se cree orden espontáneamente (generalmente a partir de la expansión). Pero en fin, supongamos que esto no funcione y que se necesite un creador para darle cuerda a todo. ¿Qué dice eso sobre el creador? ¿Dice acaso que es omnisciente u omnipotente? ¿Dice que es el Bien Supremo, la Sabiduría y la Justicia? ¿Dice acaso que Ello puede comunicarse con nosotros? Por supuesto que no.”
¿Será así de excluyente todo?, ¿lo que no se explica por la ciencia se explica por Dios?, ¿y en este último caso es un Dios Amor o un Ser Megalómano que busca a toda costa la “adoración de sus creaturas”? Más bien creo que precisamente por nuestras propias limitaciones debemos simplificar los infinitos para hacerlos comprensibles. ¿Entonces?, entonces pienso que la ciencia y Dios pueden coexistir, que el génesis y la ley de la evolución de las especies de Darwin pueden coexistir, y que Dios puede ser Amor y Furia a la vez, Bien y Mal, pues es infinito en sí mismo.
Casi lo olvido, no importa lo que yo crea, volvamos a los hechos. Es un hecho que el Cosmos surgió del Caos y que un hecho tan improbable como este surgió de otro aun más: el Big Bang, es decir, donde antes había vacío ahora hay materia. La ciencia habla de fluctuación de vacío (¿generación espontánea de materia?) para explicar como la suma cero puede arrojar un resultado positivo, así podemos llegar a analizar una serie de condiciones y constantes que de no ser como son hacen imposible la vida… por tanto todo tiene como propósito la vida, y siendo “nosotros” o nuestro ego el punto más alto de la vida en este planeta, resulta entonces que todo tenía como propósito nuestra creación. ¿Qué tal si finalmente creamos la “inteligencia artificial” que tal si ésta nos sobrepasa y domina todo el universo? ¿es acaso poco probable?
En lo que a mí respecta, es más reconfortante pensar que tras las probabilidades hay un principio, una intención que sólo suerte, ya que de otra forma no hay esperanza para la vida, pues las probabilidades juegan en nuestra contra. Dicho de otra forma, en un universo cómo este dónde las cosas que parecen imposibles se hacen realidad, no hay otra conclusión lógica que pensar que TODO ES POSIBLE: ¿acaso la vida no ha comenzado de lo muerto? Yo creo en la buena fortuna pero todo esto junto me parece demasiado.

La Causa Primera

El argumento más interesante del autor resulta que no es de su autoría: "Si todo debe tener una causa, entonces Dios debe tener una causa. Si puede haber algo sin causa, tanto podría ser el mundo como Dios, así que ese argumento no tiene validez." (Bertrand Russell, "Por Qué No Soy Cristiano").
Me parece que este es el tipo de cuestionamientos que se puede plantear un niño en la medida que desarrolla su pensamiento lógico y todo trata de traducirlo o reducirlo a Verdadero o Falso, y de hecho me recuerdo preguntando estas cosas a mi madre, ¿ustedes no? Pienso que nuestra realidad ya ha probado ser más compleja que esto, dónde la luz es onda y partícula a la vez, dónde los electrones se mantienen dentro de una “nube” alrededor del núcleo pero no podemos conocer al mismo tiempo su posición y su velocidad, dónde parecen entrar y salir de este universo, etc. En un mundo así dónde ocurren fenómenos que desafían la lógica “boolena” debemos evitar este reduccionismo excesivo que ya probó no ser la base del conocimiento. Este es el problema de Russell, que como ejercicio de lógica es entretenido, pero que no prueba nada al final del día. Los que para explicar el mundo inventan a Dios se topan con el problema del origen de Dios y eso da pie para este argumento de lógica.
Creo que no necesitamos a Dios para inventar al mundo, creo que la ciencia podrá probar cómo crear un mundo con “ciencia” pero en ese mismo descubrimiento encontrará a Dios, como onda y partícula, como dentro y fuera de este universo.

Motivos para Creer

Otro argumento muy interesante es: "Yo digo que ambos somos ateos. Yo simplemente creo en un dios menos que tú. Cuando entiendas por qué descartas a todos los otros posibles dioses, entenderás por qué yo descarto al tuyo." - Stephen Roberts. A lo que el autor acota: “Es más económico (en términos científicos) suspender la creencia en Dios, ya que es tan difícil de probar y aparentemente tan difícil de entender. Por lo tanto, los ateos estamos del lado bueno del argumento: no necesitamos probar nada. Esa carga descansa sobre el creyente.”
En verdad es más fácil no creer en Dios, o dioses. Si la vida comenzó de lo sin vida, existirá algo superior a la vida, ¿por qué no?, llamemos a esto “divinidad” o trascendencia: más allá de la vida y de la muerte. ¿Será que dentro de cada uno de nosotros existe una parte de Dios?, entonces no habría un solo Dios. ¿Han visto lo fácil que es ver los errores de los demás, y lo difícil que nos resulta retratarnos? ¿Será que buscamos fuera lo que en verdad está dentro?
¿Cómo podemos probar que la luz existe? Podríamos argumentarlo por las sombras, ¿pero y si la luz estuviera en todos lados? ¿La ausencia de sombra es también ausencia de luz?
El autor insta al lector: “¿Sos creyente? Si la respuesta es sí, respondéme: ¿por qué creés en Dios? (Ya tenés una idea de lo difícil que es explicarlo.) ¿Es porque así te enseñaron? Entonces es indoctrinación. ¿Es porque lo viste, o a una manifestación Suya? Si así fue, ¿cómo podés estar seguro de que no fue un fenómeno natural, o una alucinación, o simple autosugestión? ¡Vos probáme Dios a mí! Las explicaciones de mi descreimiento son sólo para clarificar, para poner las cosas en orden, y para exponerlas ante los que dudan y necesitan ayuda (como yo en un momento). No necesito ninguna de ellas, en realidad. No es que no crea en Dios porque haya estudiado estos complicados argumentos; ellos vinieron después.”
No sé si compartirán mi visión, pero veo en él un gran sufrimiento: ¿por qué yo no?, ¿por qué yo no siento a Dios, o por qué lo escucho?... debe ser que no existe, pues de otra forma no lo entiendo... En realidad es que aún no es su momento, sé que cuesta entender argumentos como éste, pero es que es así. Tal como existen los 5 sentidos externos, tenemos algunos sentidos internos: equilibrio, sed y hambre. Pienso que con Dios es algo similar, algunos lo intuimos, “sentimos” que existe, que está en algún lugar, dentro o fuera, y entiendo que debe ser muy frustrante para los demás no tener dicho sentido.
Lo que no comparto es pretender que todo debe ser regulado en base a una misma creencia, pues otra cualidad humana es el libre albedrío, y es por esta virtud que debemos tolerar nuestras diferencias; y aun mejor, el ser capaces de desafiar las creencias más arraigadas permite terminar con errores históricos, ¿alguien todavía piensa que la Tierra es plana?

Al Final es Cuestión de Ingenuidad

Por último el autor señala: “No creo en Dios por la misma razón por la que no creo en cosas que la gente no cree, como Papá Noel (San Nicolás) o la generación espontánea. Papá Noel no existe; no puede existir en nuestro universo, por ciertas razones. Si creés en Dios, preguntáte de qué manera es diferente que Papá Noel. Después de haber logrado de alguna forma refutar los argumentos naturales y filosóficos, todavía podés decir que sentís a Dios en tu corazón -- pero cuando eras un chico, ¿no sentías a Papá Noel en tu corazón, tarde, en la noche de Navidad? (si no te parece elegí figuras de otras religiones; seguramente vas a encontrar ejemplos apropiados).”
En esto acertó, pues descubrió que para creer en Dios se debe ser ingenuo, efectivamente en una primera mirada no hay más diferencia que creer en “El Viejito Pascuero” como hacen los niños. Pero lo que el autor olvidó es que el mito tiene un origen real como en este caso también. Es ese componente de realidad lo que hace que personas como yo optemos por la “segunda ingenuidad”, la “primera ingenuidad” efectivamente es infantil y comparable con Papá Noel, pues no admite crítica y lamentablemente es la que normalmente se enseña.
Yo fui agnóstico una vez, hasta que vi la Luz. Y opté por la segunda ingenuidad, yo elegí creer y lo más importante, elegí qué creer. Otro amigo que también fue agnóstico una vez, vivió una experiencia trascendental, tanto es así que llegó a tener visiones, y aunque no ha asumido una misión, esto le cambió por completo su vida; él sabe que a todos nos espera un momento de revelación.

Conclusión

Y si al final todo fuera ilusión, dado que esta ilusión es fuente de bien, y de progreso, ¿cuál sería el problema? Entonces lo que hay que combatir no es la fe en Dios, sino las vías de oscurantismo que bajo el lema de ley divina pretenden socavar el libre espíritu humano convirtiéndolo en oveja, digo ovejas de pastores mojigatos que no van a ningún lado. Por el contrario Dios, es un creador, un constructor colosal, y nosotros no podemos ser menos que los que continúen su Gran Obra, esto sí tiene sentido y está probado por el desarrollo de nuestra civilización que no libre de errores será mejor mañana que ayer.
Hay que usar las ideas o conceptos humanos para el bien de todos, resultando así más relevante para la humanidad el resultado que el fundamento, ¿o no?
El Sibarel