En el camino de la verdad, llegamos a la conclusión que ésta es de una naturaleza superior al hombre y por tanto inalcanzable, sólo podemos construir una verdad de concenso que es la verdad histórica. Desde el punto de vista de la caverna de Sócrates, parece que no podemos salir a la luz, y lo único que hemos logrado es alumbrar con nuestra poderosa tecnología el interior de la caverna, pero la luz día aún no la alcanzamos.
En la cuestión de homérica, hay evidentemente 2 grupos, los que sostienen que hay más de un autor detrás de la obra, esto lo prueba la filología, pero también los que creen que es un solo autor y las pruebas encontradas en su contra simplemente muetran la escasa fidelidad de los escribanos posteriores que no respetaron el espíritu de Homero. Así las cosas, la VERDAD se nos escapa entre los dedos.
¿A caso este no es un problema actual? Al contrario lo vemos todos los días, los que creen y no creen en Jesús, la ciencia versus la religión, la política, al interior de la empresa. Todos creen en algo y no están dispuestos a aceptar que se equivocan, por tanto para cada argumento surge un contrargumento, truco - retruco.
El universo se expande en forma acelerada, un absurdo a menos de un siglo atrás, y hoy es un hecho irrefutable. Como nuestra ciencia actual es incapaz de probar por qué ocurre esto se inventa la "energía oscura", algo misterioso que explica el problema, y luego tienen la desfachatez de negar a Dios, jeje.
Esto es lo que somos los seres humanos, seres históricos, pero a la vez necesitamos creer en algo, pisar algún terreno que parezca firme para dar el próximo paso, pero cuidado lo inflexible se quiebra.
La lingüística es hermosa, permite contextualizar las palabras, acercarse más al espíritu de las cosas, pero aún así, la verdad se escurre entre nuestros dedos. La Iliada y la Odisea, fueron escritas por "manos" distintas, pero fueron escritas por Homero.
El Sibarel, viviendo la dualismo
