jueves, junio 27, 2013

La Luz contra las tinieblas

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: donde haya odio, ponga yo amor, donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo unión, donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe, donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas, ponga yo luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Maestro, que yo no busque tanto ser consolado como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar. Porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado, y muriendo se resucita a la vida eterna.

Esta oración es ternaria. La primera parte va dirigida al Padre, la segunda al Hijo y la tercera al Espíritu Santo.

Yo la rezaba en el colegio y entonces no me daba cuenta; y sin embargo me marcó para toda la vida. Quiero más Luz.

El Sibarel, ternario