Ni las bolsas plásticas ni las bombillas para tomar café, o lo cotonitos para limpiar los oídos, son el verdadero problema, vamos que sí son un problema, pero no el problema de fondo.
¿Cómo y por qué llegan al mar y afectan a su fauna? Este es el verdadero problema, podremos eliminar las bolsas plásticas y todos los contenedores plásticos, confío que así será y usaremos otros medios para limpiar nuestros oídos. También eliminaremos las bombillas o pajillas o como las llame cada uno. Pero si no somos capaces de dejar de contaminar el mar con nuestros deshechos, los que sean, pilas, lápices, etc., no habremos terminado de entender el problema.
Si se fijan bien, no sólo debemos reciclar toda la basura que generamos, además debemos dejar de contaminar el mar.
Ahora bien, ¿quién se hace cargo de supervisar y controlar que no arrojemos más basura al mar? Este es el desafío real, no lo podemos perder de vista. Cada uno debe hacer su parte, pero juntos debemos ver que la Autoridad, la que sea, haga la suya.
