Según Han hoy es imposible ser auténtico porque “en esa
voluntad de ser distinto prosigue lo igual” y de esta forma “el sistema”
solo permite que se den “diferencias comercializables”.
¿Cómo ser auténtico? ¿Tiene sentido esta pregunta? Pienso
que hay dos niveles ontológicos para esta pregunta. Lo primero es que cada
persona es única, por tanto su autenticidad viene dada de “fábrica”. Luego
viene el segundo nivel, que se da por la educación y la cultura dónde cada uno
se desarrolla y desenvuelve, y es aquí dónde lo auténtico peligra, es aquí que
cada uno de nosotros es reconfigurado y homologado a otros.
No creo que la generalidad de las personas tenga esa
voluntad de ser distinto a los demás, porque no creo que estén en ese nivel de
consciencia, simplemente siguen una cierta inercia social con el grupo con el
cuál comparten experiencias de vida, como el estudio, el trabajo, la diversión,
el deporte, etc.
Si yo tomo la decisión de ser vegetariano para ser diferente
a los demás carnívoros, resulta que me voy a asimilar a otros que son
vegetarianos y compartiré con ellos ciertos hábitos y gustos, por tanto al
tiempo que me diferencio de unos me asemejo a otros, ¿dónde queda mi autenticidad?
¿Pareciera ser esa la crítica de Han? Al final la maquinaria de la restauración
me va a pillar igual, sino a través de las carnes, lo hará a través de las
verduras, al mercado le da igual qué opción tome, porque igual sabrá venderme
algo, e incluso es mejor porque habrá mayor diversificación para los
consumidores que es lo que somos al final y dónde todo sigue igual.
¿De verdad queremos ser tan auténticos y ser libres del
mercado? Me parece un despropósito, sería como ir a vivir a una montaña y
rehacer a mi pinta todo lo que requiero para vivir, ¿eso tiene sentido para
todos, tiene sentido para la “sociedad”?
Por el contrario, pienso que todos somos diferentes, no
existe la igualdad, pero lo que la sociedad requiere es que tengamos la misma
igualdad de oportunidades, los mismos derechos y ser tratados como iguales no
siéndolo.
No existe otro igual a mí, puede ser que muchos se parezcan,
pero yo soy único, de la misma forma que cada uno lo es, ya somos bastante
auténticos como para pretender ser algo más extravagante y fuera de sociedad y
el mercado. Si alguien lo quiere hacer así, bueno, está muy bien, será su
opción personal, pero no hay ahí ningún objetivo que en particular se deba
trazar la sociedad como un todo. Una sociedad conformada por puros seres
excepcionales y únicos, ¿es una sociedad? Dependerá de su capacidad de
interacción y colaboración mutua, porque si sus excentricidades son feroces
entonces no existirá diálogo alguno.
Lo más probable es que yo no entienda debidamente el
trasfondo de la “autenticidad” que menciona Han, tendré que investigarlo y
leerlo en más profundidad.