Han dice: “La aceleración actual disminuye la capacidad
de permanecer: necesitamos un tiempo propio que el sistema productivo no nos
deja; requerimos de un tiempo de fiesta, que significa estar parados, sin nada
productivo que hacer, pero que no debe confundirse con un tiempo de
recuperación para seguir trabajando; el tiempo trabajado es tiempo perdido, no
es tiempo para nosotros.”
EXACTO. Los antiguos griegos
tenían muy claro esto, tenían el tiempo para el ocio, dónde podían filosofar a
gusto y el tiempo para los negocios, dónde iban en contra del ocio y se dedicaban
al comercio, a producir, a trabajar en definitiva.
Hoy la OMS dice que trabajar 55 horas a la semana reduce la
esperanza de vida.
En la carrera por el desarrollo de la IA y alcanzar pronto
la “singularidad”, en China se trabaja 996, pero las empresas más top lo hacen 997,
es decir trabaja de 9:00 AM a 9:00 PM por 6 ó 7 días a la semana.
Volvamos a lo básico, el día tiene 24 horas. Lo ideal, para una vida equilibrada es
dedicar 8 horas para dormir, 8 horas para estudiar o trabajar y 8 horas para el
“ocio” de los antiguos griegos donde podemos filosofar, ver películas, bailar,
hacer ejercicios, meditar, tomar con los amigos y amigas, etc., cualquier cosa
que sea un tiempo de calidad para nosotros. Han tiene toda la razón.
Hoy en pandemia todo el mundo se volvió loco y estamos por
un modelo como el de los chinos y la singularidad. Esto es enajenante en cualquier
disciplina o trabajo, es INHUMANO, es para esclavos, es para robots.
El virus está matando gente, pero el hombre que es el lobo
del hombre, está fracturando la psiquis de los trabajadores y da lo mismo la vacuna
o no vacuna, porque el precio es demasiado alto como para permitirlo.
Debemos volver a 8 horas para dormir, 8 horas para estudiar
o trabajar y 8 para el ocio griego, pues está en juego el alma del mundo,
nuestro nivel de cordura al estilo Lovecraft.
Sibarel