sábado, mayo 29, 2021

La Curiosa Balanza de la Educación

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iempre pensé que la educación era una poderosa herramienta que hacía libres a los hombres. Me refiero en concreto a la educación primaria, secundaria y la educación superior, y la consecuente libertad de elección respecto al propio “destino”.

Ocurrió una vez… Un amigo cubano me dijo que la educación esclavizaba al hombre. Yo creo que lo miré con cara de estupor, porque arremetió y me dijo, la educación forma “empleados”, básicos o altamente calificados, pero empleados para quien es el dueño del capital. Nada más chocante en relación a lo que siempre había valorado de la educación, sobre todo desde una mirada histórica dónde Chile se enfocó en la educación pública, su gratuidad y obligatoriedad primaria, para equiparar la cancha frente a las clases acomodadas que recibían una excelente educación privada.

Ha pasado mucho tiempo desde esa conversación, pero hoy veo algo que no vi en ese momento.

La Educación funciona como una curiosa balanza con dos platos, uno es el de la Libertad (para hacer y vivir como se desea) y el otro es el de la “Esclavitud” (para servir como empleados a otros).

La falta de educación, produce “esclavos” a los cuales la gente “educada” puede “gobernar” “fácilmente”. Si la educación fuera opcional, eso produciría una falsa sensación de libertad que podría redundar en esta forma de “esclavitud” por falta de educación y una falsa impresión de libertad.

Así que, dependiendo de cómo se oriente la educación, hace libre al hombre y lo prepara para poder trabajar en aquello que desee, o lo limita y lo conduce a trabajar en lo que otros desean, “esclavizándolo” pero ahora con un perfil calificado o incluso altamente calificado.

Por tanto, el contenido y la calidad de la educación, son determinantes para que se logre este especial “equilibrio” que redunde en una libertad no esclavizante. La no educación esclaviza, cierto tipo de educación también esclaviza, y sólo hay un tipo de educación que de verdad hace libre al hombre y es esa educación la que debemos buscar, fomentar, fortalecer y, sobre todo, hacer accesible a todos.

Pero hay que entender una última cosa, la libertad de la que hablo es para tener la capacidad de decidir qué hacer y cómo hacerlo, con otros o para otros, porque la vida en sociedad no se puede desarrollar en completo aislamiento, necesitamos del basurero, necesitamos del panadero, necesitamos de la generación de electricidad, necesitamos del servicio de internet, etc., etc., necesitamos de los árboles que nos dan el oxígeno para vivir y ellos necesitan nuestro dióxido de carbono… Todo y todos estamos interconectados, nos necesitamos mutuamente y libremente, porque entendemos que esa es la única forma en que todos podemos progresar y vivir en plenitud.

 

Sibarel