Han dice: “Los macrodatos hacen superfluo el pensamiento porque si todo es numerable, todo es igual... No podemos negarnos a facilitarlos... Hay que ajustar el sistema: el ebook está hecho para que yo lea, no para que me lea a mí a través de algoritmos...”.
Es curioso, todo es curioso, la información que es la interpretación
o análisis concreto de los datos era limitada en el pasado, pues los datos siempre
han existido y existirán incluso en las fauces de un agujero negro. Pero hoy
nuestra capacidad, o más bien la suya, la de las empresas, las del gobierno,
etc., ha crecido y seguirá creciendo de manera exponencial y con ello el “control
del sistema”. Es que es obvio, ¿para qué queremos los datos, qué haremos con
esa información? Es como un sistema realimentado de control PID, con eso
podemos controlar un proceso y hacer que trabaje para nosotros, sólo que ahora
son humanos.
La individualidad parece que se pierde y ahora somos un ente
social controlable, lo que por supuesto redunda en el control de los
individuos, qué ver, qué comer, qué vestir, qué hacer, y de esta forma
descubrimos nuevamente la verdad que el libre albedrío siempre ha sido una
ilusión, sólo que ahora hemos cambiado a Dios, a la Naturaleza, al Destino, por
el propio hombre, pero un hombre poderoso, un empresario, un político, etc.
Han habla de recuperar la dignidad humana, y está claro, eso
es lo que debemos hacer. Nuevamente, por este motivo soy un anticoach, porque
eso es repetir infinitamente una receta, será buena, pero es una misma receta
para todos. Mi propuesta siempre ha sido formar Maestros, ser Señores de sí
mismo, autárquicos, que creen su propio camino, entendiendo que se requiere de
un trabajo colectivo a la vez que personal y único. No más clones de Star Wars,
eso no les funcionó hace mucho, mucho tiempo.
Sibarel