Han dice:
·
“Ser observado hoy es un aspecto central de
ser en el mundo”. El problema reside en que “el narcisista es ciego a la hora
de ver al otro” y sin ese otro “uno no puede producir por sí mismo el
sentimiento de autoestima”.
·
El arte: “Ha degenerado en narcisismo, está
al servicio del consumo, se pagan injustificadas burradas por él, es ya víctima
del sistema; si fuera ajeno al mismo, sería una narrativa nueva, pero no lo
es”.
Aquí hay dos ideas interesantes, que no comparto o no del
todo.
La primera en cuanto a esa necesidad de ser observado, creo
que es muy real, en lo personal manejo varias cuentas unas cerradas y otras públicas,
pero en las que son restringidas he dado acceso a algunas de las personas que
me son más cercanas y apreciadas. Pero mis cuentas privadas esencialmente son
para mis recuerdos. Las cuentas públicas son otra cosa, efectivamente hay un
deseo de compartir, pero más bien es por la diversión que de ello puede surgir
que por un narcisismo en sí, aunque creo que por lógica todo es puro narcisismo.
En las redes sociales vemos constantemente a hombres y
mujeres exhibiéndose de un modo compulsivo y obsesivo (yoga, mindfullnes, deportes,
cuentas premium a las que les daría otro nombre, etc…), que es lo que en definitiva
estimo es el auténtico narcisismo, aunque esta seudo definición nada tenga que
ver con el concepto real.
Comparto aquello de que el narcisista es ciego a la hora del
ver al “otro”, y con ello la otredad está muerta.
En lo que no estoy de acuerdo es que dependamos de los otros
para producir nuestro sentimiento de autoestima. Vamos, creo que es real lo que
dice Han, sin duda, pero no por eso lo comparto. Mi punto es que no debiera ser
así. La autoestima no debe depender de los otros, no necesito que me den likes
para quererme y la realidad parece mostrar una fuerte dependencia a los likes y
eso está mal. Cambiarlo depende sólo de nosotros, nuestra autoestima es nuestra
y de nadie más.
La segunda idea en torno al arte también la comparto en
términos muy generales, pero creo que hay mucho arte que para darle un nombre
lo llamaré independiente, porque es independiente del sistema, no le interesa
venderse, no le interesa ser consumido en masa y no le importan los likes. En
mi caso, escribo para mí, otra forma de narcisismo, pero si no les gusta a los
demás me da lo mismo, es a mí al que le gusta expresar ideas y punto. Entonces,
estoy de acuerdo en el que arte ha degenerado en narcisismo, pero
necesariamente está al servicio del consumo, estoy muy seguro de ello, pues
conozco a muchos artistas independientes que están en la línea indicada.
Hoy todos son escritores, todos son productores de vídeos,
todos producen algún arte plástico, todos hacen yoga de estudio, todos hacen de
todo… Si son felices qué más dá, si lo convierten en su trabajo o fuente de
ingresos, qué más da. Pero yo, el “yo” de ustedes, no puede depender de los
likes o no likes de los otros y sí debemos poder apreciar la otredad, pues el
conocimiento de sí mismo no depende exclusivamente de nuestro trabajo personal
o interior, la interacción, la retroalimentación con los otros es muy
significativa. Dudo que un ermitaño
sabio sea tan sabio al final.
Sibarel