Opina no cuesta nada, no requiere estudios de ningún tipo ni conocimiento alguno, aunque uno esperaría que hubiera al menos una reflexión, pero el problema en es este caso es que carece de fundamentos.
Así que en este escenario todo da igual y por lo tanto el díalogo carece de sentido, pues la única base de los opinólogos es el sesgo de información, cualquier otra cosa es despreciable y en este escenario el diálogo entre pares termina siendo un absurdo conformacionismo.
Qué paradojico es que siendo el siglo con mayor acceso a la información estemos más desinformados que nunca, y las mentiras (posverdad) sean los territorios más progresistas.
Sibarel, es una opinión nada más
